He vagado por las noches caminando por ahí, bajo la niebla esperando a que tú vuelvas aquí.
Quise alcanzar esas horas que se van detrás de ti; entre huellas infinitas y mi llanto carmesí.
He añorado que regreses para así poder decir; tantas cosas que he callado, reservando para ti.
Y sé que te gustarían; me sentiría feliz.
He llorado tus ausencias, hoy me toca sonreír.
A veces empaño el vidrio de mi ventana
Y sueño mirando aquellas horas lejanas.
Tu mano, tu pelo tibio y la dulzura que derramas. La brisa de tus caricias sumergiendo mis mañanas.
A veces extraño el curso de tu mirada
Las voces del meridiano de tus palabras
El brillo de tu alegría, tus manos junto a las mías
Las huellas de aquel recuerdo que no agoniza.
A veces extraño el llanto que me provoca, las melodías que se escapan de tu boca, las notas de tu ternura; tan niña, dulce y tan pura. Ausente, detrás del aire que me sofoca.
Foto: "La niña" de Steffanía Becker.
No hay comentarios:
Publicar un comentario